La actual crisis sanitaria que ha puesto en jaque a la práctica totalidad de la población mundial ha obligado a los alumnos de al menos 188 países, entre los que se encuentra España, a cerrar las puertas de sus centros educativos. Una crisis educativa sin parangón que, sin embargo, ha encontrado una grieta de esperanza en un conjunto de iniciativas englobadas en el aprendizaje a distancia. Es una metodología basada, como su nombre indica, en no requerir que alumnado y profesorado compartan espacio físico para desarrollarse. Esta se da, de forma más o menos habitual, a partir del e-learning o modalidad online derivada del aprendizaje a distancia que hace uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y que está siendo utilizada como escudo ante el impacto que esta crisis está teniendo en la formación de carácter presencial de aproximadamente 1500 millones de alumnos en todo el mundo.
Una expansión del e-learning que se está extendiendo también a aquellos centros que aún no habían dado el salto digital y carecían de las herramientas e infraestructuras para hacerlo. Por ello, y ante la necesidad de poner a disposición de estos centros, y de sus profesores y alumnos, recursos y herramientas para el aprendizaje virtual desde casa, se han puesto en marcha, por parte de algunas empresas del sector educativo digital, iniciativas que les permitan acceder a todos estos recursos.
Es el caso de aulaPlaneta, que ha habilitado el acceso gratuito a todas las herramientas y recursos digitales de su plataforma educativa para que puedan ser utilizados por los profesores y alumnos de 5º y 6º de primaria y de los cuatro cursos de la ESO hasta que finalice el curso escolar.
Un aprendizaje excepcional para un momento excepcional
Generalmente utilizado en estudios universitarios y post-universitarios hasta su más reciente expansión a casi todos los ciclos educativos, el aprendizaje a distancia ha evolucionado a lo largo de su historia de la mano de las diferentes formas de comunicación que han ido surgiendo desde el siglo XX hasta la actualidad. Oficialmente, su origen se encuentra en el aprendizaje por correspondencia con el que los estudiantes recibían periódicamente y por correo sus lecciones y ejercicios de forma impresa, y evolucionó al llamado modelo multimedia en el que este material impreso fue siendo sustituido por videocasetes o casetes; posteriormente dio el paso a la educación telemática, al aprendizaje virtual y flexible permitido por la web 2.0. y, por fin, a entornos virtuales o plataformas educativas de recursos y herramientas digitales como, por ejemplo, webinar, aulaPlaneta, Microsoft Teams u Office 365, muchas veces vehiculadas en el big-data y el aprendizaje adaptativo. Su rapidísima instauración como solución temporal ante la crisis sanitaria que ha paralizado la actividad lectiva en numerosísimos centros escolares del mundo se debe, en gran parte, a que estas TIC llevan años convertidas en omnipresentes herramientas comunicativas para la población más joven, que en la mayoría de los casos se encuentra, precisamente, en edad de recibir una formación obligatoria.