Entendida, entre otras posibles acepciones, como la capacidad existente en toda persona para reconocer y aceptar las consecuencias de su libre actuación, el término responsabilidad ha sido probablemente, y a lo largo de las últimas semanas, uno de los más presentes en nuestras conversaciones cotidianas, en los medios de comunicación e información que consultamos a diario y también en algunas de las acciones que hasta no hace mucho emprendíamos de forma mucho menos consciente. Omnipresencia a la que no han sido ajenos los niños y niñas que de un tiempo a esta parte han recuperado al menos una pequeña parte de su libertad de movimientos, y que han demostrado, al igual que muchos de sus mayores, un grado de responsabilidad para con los demás y la crisis sanitaria actual, que no siempre ha sido fácil de gestionar.

Por eso, desde aulaPlaneta queremos aportar nuestro pequeño grano de arena al esfuerzo llevado a cabo por todos estos infantes a través de un conjunto de apuntes y consejos para que podáis hacerles más llevadero su proceso de autogestión emocional, psicológica y también estudiantil, con la esperanza de que les sean igualmente útiles a lo largo de sus vidas.

La responsabilidad no es (solo) cosa de adultos

Quizás debido a una visión de la responsabilidad infantil más basada en la obediencia a los mayores que a la demostrada capacidad de niños y niñas para tomar sus propias decisiones, el concepto de autogestión emocional y psicológica, responsable del bienestar de propios y extraños, se ha visto circunscrito, en la mayoría de ocasiones, a la vida adulta. Aunque este extremo está siendo puesto en duda por ámbitos que van desde la defensa, por parte de sectores muy jóvenes de la población, de medidas medioambientales sostenibles, hasta la actual gestión de la crisis sanitaria en la que la responsabilidad individual de todos nosotros, mayores y pequeños, es la mejor herramienta para protegernos como sociedad.